(La piel es una estructura bastante impermeable, evitando así que entren agentes externos perjudiciales), por ello necesitamos técnicas como la electroporación, que utiliza los impulsos electromagnéticos atérmicos y de baja frecuencia, para mejorar la penetración de los activos a través de la piel y así obtener resultados más rápidos.

Consiste en aplicar descargas eléctricas de baja frecuencia controladas. Este procedimiento moviliza, tonifica músculos, estimula la oxigenación, drena y genera la pérdida de grasa en las zonas afectadas, como al realizar ejercicio físico.

Es la aplicación de calor. Conduce a reducir la grasa localizada, la celulitis y el sobrepeso. Mejora la circulación gracias a la vasodilatación que produce la terapia; aumenta la sudoración, lo que ayuda a perder peso; aumenta las defensas del organismo; beneficia la oxigenación de las células; reduce la inflamación de varices y demás problemas vasculares; actúa como un analgésico para calmar el dolor en personas con afecciones musculares o del sistema nervioso; relaja las fibras musculares; mejora la apariencia de los tejidos afectados por quemaduras, y favorece el drenaje linfático.